Como cada año, Segismunda, la castañera, nos regaló castañas que recogimos en los cucuruchos de papel que previamente habíamos decorado.
Antes, hicimos entre todos un precioso mural que a nuestra amiga Segismunda le encantó.
Cantamos la canción de "las castañas", un poquito alto pues ella está algo sorda y, después de comer este riquísimo fruto de otoño, bailamos todos juntos.
Queremos dar las gracias a los papás y mamás que a primera hora de la mañana estuvieron cortando las castañas para que quedaran bien asaditas.
¡¡¡Fue una jornada llena de alegría!!!
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