Después subimos a los autocares rumbo a Madrid. En las proximidades del museo, hicimos una parada para reponer fuerzas y beber agua, posteriormente, entramos en él.
De la mano de nuestras profesoras y monitores, nos adentramos en el maravilloso mundo de algunas de las obras de Picasso y Miró allí expuestas y subimos a un ascensor que más parecía una nave espacial desde donde podíamos contemplar la calle, los edificios... a través de sus paredes de cristal.
Fue una experiencia maravillosa y muy enriquecedora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario